16 de diciembre de 2023

Shakshuka

En el mundo de la gastronomía hay una cantidad, demasiado elevada, de productos con auténtica leyendas negras, por ejemplo, los aceites, el cerdo, el pescado azul, los huevos, etc., todos, según la creencia popular del momento, auténticos peligros para nuestra salud. Algunas de estas creencias basadas en “rigurosos estudios” de universidades desconocidas, otras simplemente, acrecentadas por el teléfono escacharrado del boca a boca popular.

Hoy en este rincón os hablaremos de uno de los productos que os hemos mencionado más arriba, el huevo. Desde mediados de los años 70 del pasado siglo y hasta hace relativamente poco tiempo, el huevo se convirtió en una de las bestias negras de toda gastronomía y principal objetivo a evitar para controlar el temido colesterol en la sangre.

Por suerte, y después de muchos estudios se ha descubierto que sí, el huevo (sobre todo la yema) tiene colesterol, pero este no se absorbe ni nuestro cuerpo lo asimila, por tanto, ¿por qué no aprovecharse, con una cocción baja en aceite, de su riqueza en nutrientes, vitaminas y antioxidantes?

Para aprovecharnos de todas las ventajas del huevo, y usando una cocción sana, hoy os queremos compartir una receta ovolactovegetariana originaria en el Oriente Medio del imperio Otomano, os estamos hablando de unos “Shakshuka”.

Para preparar dos raciones de estos deliciosos huevos “Shakshuka” necesitaremos los siguientes ingredientes:


4 huevos camperos mediados

½ pimiento rojo

½ pimiento verde

½ cebolla

1 diente de ajo

20 gr de tomate concentrado

120 gr de tomate triturado

Cilantro molido

Pimentón dulce

Comino molido

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta negra molida


Empezaremos limpiando los pimientos y cortándolos a dados de, más o menos un centímetro. Una vez los tengamos cortados, los pondremos a fuego medio en una sartén con un chorrito de aceite de oliva.

Pasados cuatro o cinco minutos, y después de remover un poco los pimientos, añadiremos la cebolla cortada igualmente a dados de un centímetro, cuando esta cristalice, añadiremos el concentrado de tomate y el tomate triturado, salpimentaremos y dejaremos que se cocine durante unos 15 minutos a fuego medio removiendo, eso sí, de vez en cuando.

Pasado este tiempo, añadiremos las especies (el cilantro, el pimentón y el comino), removeremos bien, y dejaremos que se cocine unos cinco minutos más.

Cuando esté todo en su punto de cocción, cascaremos los huevos y los pondremos sobre la mezcla, convenientemente separados unos de otros. Para cocinarlos tenemos dos opciones:

  • Hornearlos durante 8 minutos a 200 grados
  • Poner una tapa en la sartén y cocinarlos a fuego medio hasta que veamos que las claras de los huevos están bien cuajadas.

Os debe quedar tal que así:

"Shakshuka" para dos
"Shakshuka" para dos, ¿los emplatamos?

¿A que apetece hincarles el diente o untar con un poco de pan pita? No os cortéis.

¡Buen provecho!

19 de noviembre de 2023

Crema de castañas

El otoño es una estación realmente especial, las temperaturas empiezan a descender tras la canícula del verano, las hojas de los árboles caducos cambian rápidamente el color de sus hojas a tonos ocres creando imágenes realmente bellas y, en el mejor de los casos, algunas de las calles de nuestros pueblos y ciudades se inundan del agradable aroma a castañas asadas.

Las castañas son una de las delicias de otoño, un fruto seco con un aporte calórico relativamente bajo y un gran aporte de hidratos de carbono que se combinan con su delicado aroma y un sabor con claros tonos dulces.

La mayoría de vosotros las comeréis como a la antigua usanza (¡qué bonito era ver las castañeras y castañeros de antaño!), asada al carbón, o más modernamente al horno o air-fryer. De todas formas, tenemos muchas más opciones: escaldadas, en patés, en mermelada, o como hacen Francia, como marrón glacé.

Hoy en este pequeño rincón os queremos presentar una nueva opción, en forma de una deliciosa “crema de castañas”.

Para preparar dos raciones de esta aromática y sorprendente receta de “crema de castañas” necesitaremos los siguientes ingredientes:


250 g de castañas frescas

½ cebolla

½ puerro

1 patata pequeña

500 ml de caldo de verduras o agua (al gusto)

Vinagre de jerez

Aceite de Oliva Virgen Extra

2 huevos (opcional)

Pimentón dulce

Pimienta negra


Aunque puede resultar obvio, lo primero que haremos será asar las castañas, para ello, les haremos un corte profundo en forma de cruz en su piel y las asaremos como más nos guste (nosotros las asamos en la air-fryer, 12 minutos a 200 grados agitando a los 6 minutos y listo), las pelaremos bien y las reservaremos.

A continuación, picaremos bien la cebolla y el puerro y los pondremos al fuego en una olla con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, cuando la cebolla empiece a transparentar, añadiremos patata pelada y troceada y las castañas peladas. Salpimentaremos y dejaremos que se cocine un par de minutos, tras este tiempo, añadiremos un chorrito de vinagre, mezclaremos bien y dejaremos que se saltee todo un par de minutos más.

Pasado este tiempo, añadiremos el caldo de verduras (o el agua), taparemos y dejaremos que se cueza durante unos 30 minutos (removeremos de vez en cuando). Finalmente, lo trituraremos bien y lo dispondremos en un plato hondo o un bol para servir.

Para decorar tenéis varias opciones sanas como repartir unas nueces o un poco de queso ricota, o bien, como hemos hecho nosotros, preparar un huevo pochado, ponerlo en la crema y decorar con un poco de pimentón dulce y un chorrito de AOVE, tal que así:


Crema de castañas con huevo pochado
Crema de castañas con huevo pochado


¡Buen provecho!

20 de octubre de 2023

Empanadillas de tomate seco y queso feta

Aunque actualmente su nombre se relaciona directamente con la cocina argentina, hoy os traemos una receta que tiene su origen en la mezcla de dos gastronomías mediterráneas, la antigua cocina egipcia y la griega, os estamos hablando de las empanadillas.

2000 años A.C., griegos y egipcios tenían la necesidad de conservar los ingredientes en sus largos viajes y decidieron empezar a envolver carne en pequeñas porciones de masas de harina, acababan de nacer las empanadillas. Años más tarde, los árabes las hicieron suyas y empezaron a depurar los rellenos con guisos, almíbares, verduras, etc., y las fueron repartiendo a lo largo y ancho de sus territorios.

Hoy, en este rincón queremos compartir con vosotros una receta de empanadillas que combina dos ingredientes mediterráneos que le dan un sabor espectacular, el queso feta y los tomates secos con AOVE, sí, hoy os contaremos como preparar una receta sencilla, rápida, llena de sabor y, sobre todo, saludable, son unas “empanadillas de tomate seco y queso feta”.

Para hacer unas 16 unidades de nuestras “empanadillas de tomate seco y queso feta” necesitaremos los siguientes ingredientes:


16 obleas de empanadilla

200 gr de tomates secos en aceite de oliva

100 gr de queso feta

1 huevo


Lo primero que haremos será cortar los tomates secos a trozo bien pequeños y los pondremos en un bol. Una vez hecho, aplastaremos bien el queso feta y lo incorporamos en el bol de los tomates secos cortados.

Una vez tenemos todos los ingredientes en el bol, los mezclaremos bien con la ayuda de un tenedor y un poco del aceite de los propios tomates secos hasta conseguir una masa más o menos uniforme e integrada.

Llegados a este punto, empezaremos el proceso de rellenado y preparación de las empanadillas, para ello iremos extendiendo las obleas y con la ayuda de una cucharilla de café iremos repartiendo la masa de tomates y peso en el interior de cada oblea.


Rellenar las empanadillas con queso feta y tomate
Rellenar las empanadillas con queso feta y tomate


Una vez hecho, iremos cerrando las empanadillas sobre sí mismos y las cerraremos apretando sus bordes con un tenedor para evitar que salga el contenido al cocinarse.

Cuando las tengamos todas cerradas, batiremos el huevo y pintaremos las empanadillas con él.

Finalmente tocará cocinar las empanadillas, para ello tenemos varias opciones: freírlas en aceite o cocinarlas al horno (o airfryer), esta última una opción mucho más sana.

Para ello, pondremos a calentar el horno a 180 grados y cuando esté caliente, pondremos las empanadillas y dejaremos que se cocinen durante unos 10 minutos o hasta que estén doradas.

¡¡Y a disfrutar de la deliciosa combinación de sabores!!



Empanadillas de tomate seco y queso feta
Empanadillas de tomate seco y queso feta

Si queréis una textura más crujiente, en vez de obleas de empanadilla, podéis hacerlas con masa filo y tendréis unas deliciosas samosas.

¡Buen provecho!

29 de septiembre de 2023

Ensalada de pollo con higos

Se dice, se comenta, se rumorea que, aunque desconocido por muchos, el fruto de la higuera, el higo, lleva cultivándose desde hace más de 10000 años y no es para menos ya que, su intenso sabor dulce y su carnosa pulpa llena de contenido energético gracias a sus carbohidratos le otorgan una gran cantidad de beneficios para el organismo humano.

Aunque su origen se sitúa en pleno Oriento Medio, los fenicios lo distribuyeron e introdujeron en toda la costa mediterránea y posteriormente fue llevado por otras culturas al resto del mundo.

El uso del higo fresco en cocina ha ido evolucionando con el tiempo, pasando de ser únicamente una fruta a formar parte en ensaladas y últimamente en platos calientes como rellenos al horno, en purés, batidos, tartas, etc. Hoy en este rincón os presentamos una deliciosa ensalada templada con el higo de protagonista, es una “Ensalada de pollo con higos”.

Para hacer dos raciones de esta “Ensalada de pollo con higos”, necesitaremos los siguientes ingredientes:


150 g de ensalada fresca (os recomendamos la rúcula)

1 muslo de pollo deshuesado (o una pechuga fileteada)

10 higos maduros

20 anacardos crudos (o almendras)

1 rueda de rulo de cabra

50 ml de leche

Aceite de oliva Virgen extra

Vinagre de Módena

Sal


Lo primero que haremos será cocinar el pollo, para ello salpimentaremos bien el muslo por ambos lados. Una vez hecho, pondremos una sartén a fuego vivo, cuando esté caliente, pondremos el muslo por el lado de la piel y lo cocinaremos unos 3 o 4 minutos, pasado este tiempo, giraremos y dejaremos que se cocine otros 3 minutos. Una vez el pollo esté bien cocinado, lo cortaremos a dados más o menos pequeños.

El siguiente paso será poner a calentar la leche, cuando esté caliente, añadiremos el queso y mezclaremos bien hasta que este esté bien integrado. Una vez hecho reservaremos.

Para acabar de preparar los ingredientes, pelaremos los higos (podéis dejarlos con piel, si optáis por esta opción, los lavaréis bien), y los cortaremos a cuartos.

En un bol, pondremos la ensalada (rúcula en nuestro caso), le pondremos un poco de sal, un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y un chorrito de vinagre de Módena y mezclaremos bien. Una vez hecho, pondremos la mitad de la ensalada en cada plato/bol en el que serviremos.

Sobre cada la ensalada, repartiremos la mitad de los higos cortados en cuartos, y la mitad de los anacardos (o fruto seco al gusto) triturados a mano y la mitad de los datos de pollo que tenemos reservados.

Una vez hecho, aliñaremos la ensalada con la salsa de queso de cabra que tenemos reservada.

Os puede quedar tan que así:


Ensalada de pollo con higos
Ensalada de pollo con higos

A disfrutar de un gran y sano plato. ¡Buen provecho!


12 de septiembre de 2023

Fetuccini Alfredo con gambas

Se dice, se comenta, se rumorea que, la receta que os presentamos hoy en este rincón tiene su origen en la bella ciudad de Roma de comienzos del pasado siglo XX, donde en una de sus calles más céntricas se encontraba un pequeño restaurante regentado por don Alfredo Di Lelio, un hombre tan preocupado por la débil salud de su mujer como poblado era su frondoso mostacho.

Alfredo, un día, y viendo que su esposa no comía más que trozos de mantequilla, decidió coger una receta clásica y darle un giro, la elegida fue “fetuccini al burro” y los adaptó a su gusto creando un plato que en su momento apasionó a su mujer y rápidamente se convirtió no solo en un éxito en Roma (llevando incluso a actores famosos de la época, políticos y otra gente influyente a probarlos), si no que rápidamente se convirtió en todo un clásico, os estamos hablando de la “salsa Alfredo” o “fetuccini Alfredo”.

Como muchas otras recetas italianas esta de los “fetuccini Alfredo” ha tenido múltiples interpretaciones en todo el mundo, aunque la original, la de Don Alfredo tiene únicamente tres ingredientes.

Nosotros, en este rincón, os proponemos un plato con la receta original y un solo añadido, unas gambas para llevar a vuestra mesa unos deliciosos “Fetuccini Alfredo con gambas”.

Para hacer dos raciones de “Fetuccini Alfredo con gambas” necesitaremos los siguientes ingredientes:


190 gr de pasta seca (o casera al gusto)

100 gr de queso Parmeggiano rallado

50 gr de mantequilla

12 gambasfrescas

Pimienta molida

Nuez moscada (opcional)

Sal


Lo primero que haremos será preparar la pasta. Si os gusta triunfar en la mesa, os recomendamos, sin lugar a dudas, usar una buena pasta casera (aquí os dejamos la nuestra), aunque si preferís algo más rápido, podéis preparar los tagliatelle o fettucini de pasta seca siguiendo las instrucciones del fabricante de la misma.

Mientras se cocina la pasta, aprovecharemos para limpiar bien las gambas, quitándoles completamente la cascara y el hilito negro que tienen en la espalda. Una vez hecho, las cortaremos en dos o tres trozos y las reservaremos.

Cuando la pasta esté, la escurriremos y reservaremos medio baso del caldo de la cocción.

En una sartén amplia, pondremos una nuez de mantequilla, y cocinaremos levemente las gambas, una vez hecho, añadiremos el resto de mantequilla, y una vez haya fundido, añadiremos el queso rallado, un poco de pimienta molida, un pellizco de nuez moscada, el agua de la cocción e integraremos todo meneándolo bien.

Una vez la salsa Alfredo esté bien ligada, añadiremos la pasta y mezclaremos bien con la ayuda de una cuchara y un tenedor.


Fetuccini Alfredo con gambas
Fetuccini Alfredo con gambas


Y ya solo nos queda una cosa, desearos un sonoro ¡Buen provecho!



27 de julio de 2023

Ensalada campera

¿Cuántas veces planificando una excursión a la playa, o un picnic o un paseo por la montaña os habéis quedado sin saber que preparar para comer? Al final tirar siempre de bocadillos acaba siendo aburrido, una ensalada con hojas o brotes no siempre es una opción. La mayoría de las pastas se caen de las opciones por las salsas y la tortilla, pues siempre es un recurso, pero no para cada vez que nos pasa.

Hoy en este pequeño rincón os queremos proponer una receta ideal para el verano, para llevar a nuestros picnics en la playa, la montaña o el pantano y que, al llevar un aliño muy fácil y fresco no se os pondrá mala para nada. Con un protagonista tan básico como excepcional como la patata, este plato que os proponemos hoy es un auténtico clásico, sencillo, sabroso y humilde, la “ensalada campera”.

Para prepara dos raciones de nuestra particular “ensalada campera” necesitaremos los siguientes ingredientes:


400 g de patatas

2 huevos

1 lata de atún en aceite

1 tomate mediano

12 aceitunas (verdes o negras, al gusto)

½ cebolla

½ pimiento rojo

½ pimiento verde italiano

½ lima

Sal

Vinagre de Módena

Aceite virgen de oliva


Empezaremos esta receta cocinando las patatas, para ello, pondremos una olla al fuego con abundante agua con sal. Mientras arranca a hervir, aprovecharemos para pelar las patatas y cortarlas a dados irregulares y no muy grandes. Cuando el agua empiece a hervir, añadiremos las patatas y los dos huevos y lo cocinaremos todo durante unos 12 minutos.

Pasado este tiempo retiraremos los huevos y los pondremos con agua fría para que corten su cocción y comprobaremos si las patatas están cocinadas pinchándolas con un palillo, si las atravesamos sin dificultad, las apartaremos del fuego y las escurriremos.

A continuación, lavaremos bien los pimientos quitándoles además todas las pepitas y los cortaremos a cubos pequeños. Haremos lo mismo con el tomate (sin quitar las pepitas) y lo añadiremos todo a una fuente.

Después picaremos a trozos pequeños la cebolla y a mitades las aceitunas e igualmente lo añadiremos todo al bol con el resto de los ingredientes. Finalmente, también añadiremos las patatas y la lata de atún desmenuzado.

Llegados a este punto, preparamos la vinagreta, para ello, emulsionaremos el AOVE con el vinagre, el zumo de la lima, una pizca de sal y de pimienta. Cuando tengamos una salsa bien ligada, la repartiremos en el bol con todos los ingredientes y mezclaremos bien.

Para acabar y justo antes de emplatar, pelaremos bien los huevos y los cortaremos a cuartos.

Repartiremos la ensalada en los platos o boles que más nos gusten, y la coronaremos con el huevo, tal que así:


Ensalada campera
Una ración de nuestra "Ensalada campera"


Ya veis, una ensalada sencilla, fácil de poner y transportar en un tupper y sobre todo, fresca e ideal para el verano.

¡Buen provecho!

 

 

 

 

15 de junio de 2023

Rodaballo en salsa de almendras

Hoy en este pequeño rincón os queremos hablar de un pescado que, pese a no ser uno de nuestros favoritos, sí que, según su elaboración está presente regularmente en nuestra mesa, os hablamos del Rodaballo.

El rodaballo es un pescado considerado como pescado blanco, por tanto, con él estamos ante un pescado con aporte calórico realmente bajo y que, además, es realmente bueno para prevenir enfermedades cardiovasculares, degenerativas, reducir la anemia, etc.

Su carne blanca y de textura gelatinosa le convierte en un pescado tan fácil de preparar como a la vez, particular de ser degustado, aunque es muy valorado en nuestra gastronomía ya que es realmente versátil en sus alternativas de preparación.

Para demostraros esta versatilidad del rodaballo, en esta receta huiremos de su preparación a la plancha o al horno y lo haremos en un guiso que, si lo probáis, rebañaréis pan en él. Nuestra receta de hoy es “Rodaballo en salsa de almendras”.

Para dos raciones de este “Rodaballo en salsa de almendras” necesitaremos los siguientes ingredientes:

½ rodaballo grande (o uno pequeñito)

1 vaso de vino blanco

1 vaso de caldo de pescado (o agua)

50 ml de tomate triturado

50 g de almendras fritas

1 cucharada de harina

2 dientes de ajo

Una rama de perejil fresco


Lo primero que haremos será pelar y laminar los dientes de ajo, picar el perejil y enharinar los trozos de rodaballo.

A continuación, pondremos una sartén ancha al fuego con un buen chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadiremos el ajo laminado y el perejil. Sin llegar a quemar el ajo, añadiremos el rodaballo y lo sofreiremos un poco para cerrar la carne de este. Una vez hecho, lo apartaremos del fuego y reservaremos.

En el mismo aceite de la sartén y el juguito que ha soltado el rodaballo añadiremos el tomate triturado añadiendo un poquito de harina, mezclaremos bien y dejaremos que sofría unos minutos.

Mientras sofríe el tomate, aprovecharemos para picar un poco las almendras.

Cuando la salsa haya espesado un poco, añadiremos el vino y dejaremos que reduzca casi a la mitad. Una vez haya reducido, añadiremos el caldo de pescado (o agua), las almendras picadas y el rodaballo que tenemos reservado.

Dejaremos que cocine todo durante unos 10 minutos a fuego medio, y ya, pasado este tiempo, tendremos nuestro delicioso “Rodaballo en salsa de almendras” a punto de emplatar y llevar a la mesa.


Rodaballo en salsa de almendras
Rodaballo en salsa de almendras


Y ya, con un buen pan de semillas y masa madre, o incluso una focaccia, ya lo tenéis todo para disfrutar de un gran plato de pescado.

¡Buen provecho !

 

 

30 de mayo de 2023

Salchichas a la cerveza con patatas

Si hay una región que controle como pocas el uso y disfrute, en cocina y en la mesa, de las salchichas y de la cerveza, esta es la región bávara de Núremberg, así que hoy, en este rincón os proponemos un viaje gastronómico hasta Alemania para presentaros un plato que, además de ser una auténtica delicia, es una opción perfecta para crear una buena cena o incluso como un pica-pica con amigos.

Muy importante para este plato, las salchichas deben ser frescas o de carnicería (ya el sabor, a elección de cada uno, pollo, ternera, cerdo, pavo, etc.), nada de salchichas precocinadas o “de sobre”.

Para hacer dos buenas raciones de estas "salchichas a la cerveza con patatas", necesitaremos los siguientes ingredientes:

8/9 salchichas frescas

½ cebolla

1 diente de ajo

1 lata de cerveza (al gusto de cada uno)

½ limón

3 patatas medianas

Hierbas aromáticas

Aceite de oliva virgen


Lo primero que haremos será lavar y pelar las patatas, una vez hecho, las cortaremos a dados de, más o menos un centímetro (primero haremos bastones y después los iremos cortando).

A continuación, pondremos a fuego vivo una sartén grande con una buena cantidad de aceite de oliva virgen, cuando esté caliente, añadiremos los dados de patata y los cocinaremos hasta que estén bien dorados. Cuando consigamos, los reservaremos en un bol envueltos en papel de cocina para así, quitarles el exceso de aceite.

Con las patatas ya cocinadas llega el turno de las salchichas, para ello, las cortaremos en tres trozos cada una y las pasaremos por la sartén a temperatura elevada para marcarlas y cerrarlas bien. Una vez hecho, las reservaremos.

A continuación, cortaremos la cebolla en juliana (a tiras muy finas) y las pocharemos en la sartén a fuego medio. Cuando estén pochadas, añadiremos las salchichas y las mezclaremos bien antes de añadir la cerveza y el zumo del medio limón dejando que se cocine todo durante unos minutos, hasta que se reduzca, más o menos hasta la mitad.

Cuando se haya reducido, añadiremos las patatas, las hierbas aromáticas, corregiremos de sal y dejaremos que se cocine todo junto un par de minutos.

Y llegados a este punto, ya solo nos faltará emplatar y degustar:


Salchichas a la cerveza con patatas
Salchichas a la cerveza con patatas


¡Buen provecho!


11 de mayo de 2023

Pasta a la Vongole (con almejas)

Cuando uno piensa en una pasta, automáticamente piensa que irá aliñada con una salsa de tomate, sola o acompañada por algún otro elemento como, por ejemplo, mozzarella (una salsa sorrentina), aceitunas negras y picante (una puttanesca) o incluso, chorizo (para unos macarrones al chorizo).

Con todo, tenemos ejemplos deliciosos de salsas que no llevan tomate y son auténticas delicias que casan a la perfección con una buena pasta (una carbonara, una boscaiola, etc.). Hoy, en este rincón os contaremos una salsa para vuestras pastas, es una salsa sencilla, fácil y sabrosa, os hablamos de la “Vongole”.

La salsa “Vongole” tiene su origen, como no, en Italia, en esta ocasión en la región de Nápoles por la importancia que tiene en esa tierra, el mar. Sí, las “Vongole” son lo que nosotros conocemos como almejas y con únicamente tres ingredientes son el productor estrella de esta tradicional salsa.

Para hacer dos raciones de “Pasta a la Vongole” necesitaremos los siguientes ingredientes:

180 g de pasta seca (o fresca casera)

300 g de almejas frescas

100 ml de vino blanco

1 perejil

1 guindilla o cayena

Perejil

Aceite de oliva virgen


Lo primero que haremos será hervir la pasta, si es casera, como os indicamos aquí, si es seca, siguiendo las instrucciones del fabricante de la misma.

Una vez la pasta está hecha, la reservaremos y pondremos una sartén al fuego con un buen chorrito de aceite de oliva virgen junto con la guindilla y el ajo picado. Lo cocinaremos removiéndolo con una espátula hasta que empiece a cambiar de color momento en el que añadiremos el vino blanco, las almejas y taparemos la sartén.

Pasados unos minutos, cuando veamos que las almejas se han abierto, destaparemos y retiraremos todas aquellas almejas que continúen cerradas.

Añadiremos a la sartén la pasta que tenemos reservada, espolvorearemos con perejil picado (si es fresco tendrá más sabor). Mantendremos al fuego un par de minutos para integrar todos los ingredientes y los sabores.

Una vez hecho, ya solo faltará repartir nuestra pasta en sus platos, tal que así:


Unos tagliatelle de pasta fresca a la Vongole
Unos tagliatelle de pasta fresca a la Vongole


Y lógicamente, disfrutarla al máximo.

¡Buen provecho!

 

25 de marzo de 2023

Samosas de pollo con mango al curry

Después de bastante tiempo, demasiado quizá, volvemos a juntar nuestras dos aficiones más grandes, el viajar y la gastronomía. Para ello os proponemos un viaje gastronómico llenos de sabores hasta la India y lo haremos con un bocado tan fácil de preparar como sabroso, versátil y divertido de comer, las samosas.

Las samosas tienen su origen hace más de mil años y aunque como carácter general las ubicamos en la India podrían tener origen en cualquier punto de la ruta comercial que une la zona central con la meridional de Asia. Son una suerte de empanadillas con masa crujiente y forma triangular que se pueden rellenar con mil y una opciones (carne picada, verduras, curry e incluso dulces).

Hoy en este pequeño rincón os queremos proponer una versión que nos ha parecido de las mejores que hemos probado (y van unas cuantas), mezclando el sabor del curry con el dulce del mango, sí, hoy os contaremos como preparar una “samosas de pollo con mango al curry”.

Para preparar unas 20 “samosas de pollo con mango al curry” necesitaremos los siguientes ingredientes:

5 láminas de masa filo

1 mango maduro

200 g de pechuga de pollo

½ cebolla

¼ de pimiento rojo

1 cucharada de harina

½ vaso de leche

1 cucharada de postre de curry

1 cucharada de postre de cúrcuma

Sal


Lo primero que haremos será preparar la pechuga de pollo, para ello, picaremos el pollo a dados lo más pequeño que podamos (lo óptimo son daditos de medio centímetro), los salpimentaremos y lo pondremos a dorar en una sartén con una gota de aceite y lo iremos removiendo para que cocine por todos los datos.

Mientras se cocina el pollo, iremos cortando la cebolla a trozos igualmente pequeños y el pimiento rojo. Cuando lo tengamos todo cortado lo integraremos con el pollo y continuaremos cocinando y removiendo.

A continuación, pelaremos el mango y lo cortaremos también a dados, si puede ser, del mismo tamaño que hemos cortado la cebolla y el pollo. Una vez lo tengamos, lo añadiremos a la sartén con el resto de ingredientes.

Mientras se cocina, incorporaremos las especias y las integraremos con todos los ingredientes, a los pocos minutos empezaremos a notar el agradable olor al curry, cuando esto pase, añadiremos la cucharada de harina y la integraremos con el resto de ingredientes dejando que se cocine bien, una vez hecho, añadiremos la leche y lo dejaremos todo cocinando unos cinco minutos más, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue. Pasado este tiempo, apagaremos el fuego y dejaremos que la masa repose unos minutos.

Una vez haya reposado, cogeremos cada hoja de masa filo y la cortaremos en cuatro tiras. En el extremo superior de cada tira, colocaremos una cucharada sopera de la masa que hemos preparado e iremos doblando la tira de masa filo haciendo triángulos y cerrando cada uno de los extremos.


Samosas de pollo con mango al curry
Samosas de pollo con mango al curry


Una vez rellenadas todas las tiras, tendremos varias opciones, podremos cocinarlas friéndolas en aceite caliente, en el horno convencional a 180º durante unos 15 minutos o en la freidora de aire, a 200º durante unos 4 minutos (nosotros hemos escogido esta última opción).

Son una auténtica delicia, crujientes, sabrosas y encima, tanto las podéis usar  como entrante, como para una cena informal.


Detalle de una samosa de pollo con mango y curry
Detalle de una samosa de pollo con mango y curry


¡ Buen provecho !

 

 

8 de marzo de 2023

Cocochas de bacalao rebozadas

Aunque la mayoría que nos seguís sabéis que nos encanta relacionar la gastronomía con los viajes, en esta entrada nos quedaremos cerca, casi en casa, y lo haremos para hablaros de un plato con un ingrediente que, para muchos es un auténtico desconocido pero que aquí, en Euskadi es considerado como una auténtica delicia. Sí, en esta entrada el protagonista será la kokotxa (o cococha) del bacalao.

Muchos os preguntaréis, ¿Qué es la cococha?  Pues muy sencillo, es algo que la mayoría de animales tenemos, la barbilla. Con todo, cuando se habla de cocochas, se habla habitualmente de cocochas de pescado, en especial de merluza, o del caso que nos ocupa, del bacalao.

La cococha de bacalao es un producto jugoso, tierno, con una textura gelatinosa que, además aporta a nuestro organismo proteínas de alto valor, minerales y múltiples vitaminas. Además, nos ofrece una gran versatilidad para prepararlas y poder degustarlas, por ejemplo: “al pil pil”, “en salsa verde”, “al ajillo” o incluso, rebozadas.

Nosotros, en esta entrada os queremos explicar cómo preparar unas exquisitas “cocochas de bacalao rebozadas”.

Para preparar dos raciones generosas de nuestras “cocochas de bacalao rebozadas” necesitaremos los siguientes ingredientes:

400 g de cocochas limpias

1 huevo campero grande

100 g de harina de trigo

1 diente de ajo

Sal

Aceite de oliva virgen


Lo primero que haremos será acabar de limpiar nuestras cocochas quitándoles las pieles que pudieran tener y resto de restos. Una vez hecho, las secaremos con papel de cocina.

Una vez hecho, pondremos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva y el diente de ajo sin pelar. Mientras esperamos que coja la temperatura de fritura, en bol pequeño, cascaremos el huevo y lo batiremos bien.

Cuando el aceite esté en temperatura de fritura, iremos cogiendo cada cococha y la pasaremos por harina (evitando que le queden grumos) y posteriormente por el huevo batido.

Las iremos poniendo a freír en grupos pequeños, para controlar bien su cocción. Las dejaremos entre uno y dos minutos por cada lado y las iremos retirando dejándolas sobre papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

Una vez las tengamos, procederemos a montar el plato, acompañando una ensalada, un tomate aliñado o incluso un cous-cous (al gusto de cada uno).


Cocochas de bacalao rebozadas, un auténtico manjar
Cocochas de bacalao rebozadas, un auténtico manjar


Un auténtico manjar que, estamos convencidos, os gustará.

¡Buen provecho!

24 de febrero de 2023

Tosta de aguacate con tomate y huevo pochado

Desde hace un tiempo se habla, de forma relativamente constante, de los “superalimentos”, o sea, alimentos que por su composición son tremendamente ricos en nutrientes, grasas saludables, fibra, antioxidantes, etc., que nos ayudan a combatir o prevenir determinados problemas de salud que nos pueden azotar en nuestro día a día.

Dentro de estos “superalimentos” nos encontramos, básicamente, productos naturales que, aunque los conozcamos desde hace mucho tiempo, estos últimos años se han incorporado a nuestra dieta en pro de una alimentación más sana y equilibrada. Dentro de este grupo nos encontramos: arándanos, salmón, chia, acai, quinoa, algunas algas o el aguacate.

Hoy os traemos una receta sencilla con uno de estos ingredientes, el aguacate, una fruta con origen en la zona de México (donde en idioma náhuatl significa “testículos del árbol”) hace más de 10000 años, aunque en muchos países de América Latina recibe nombres como palta, cura, avocado, etc.

Esta receta que os traemos hoy es ideal tanto para un desayuno saludable como para una cena divertida e informal, es una “Tosta de aguacate con tomate y huevo pochado”.

Para hacer dos raciones de nuestra “Tosta de aguacate con tomate y huevo pochado” necesitaremos los siguientes ingredientes:

2 rebanadas de pan

1 aguacate maduro

2 huevos camperos

1 tomate maduro mediano

1 lima

Vinagre

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta molida


Lo primero que haremos será tostar el pan a nuestro gusto, una vez hecho procederemos a preparar el aguacate y el tomate.

El tomate, lo limpiaremos bien con agua, le quitaremos la cola, las impurezas y lo partiremos por la mitad. Con cada mitad, lo cortaremos a láminas delgadas, lo más delgadas posible. Una vez hecho, lo reservaremos.

Con el aguacate, lo primero que haremos será partirlo en vertical, cada una de las partes las pelaremos bien y lo cortaremos en láminas delgadas (de 2 o 3 milímetros cada una), aliñaremos con el zumo de la lima y las reservaremos.

Llegados a este punto, tocará preparar el huevo pochado, para ello, pondremos un cazo con agua y un buen chorro de vinagre en el fuego. Cuando el agua empiece a hervir, cascaremos el huevo en un vaso, crearemos un remolino en el agua con una cuchara, cuando lo tengamos, dejaremos caer el huevo en él y dejaremos que se cocine durante 3 minutos.

Mientras se cocina el huevo, montaremos la tosta poniendo encima de cada rebanada de pan la mitad de las láminas de tomate aliñadas con sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra, encima de ellas, la mitad de las láminas de aguacate y encima de ellas, cuando hayan pasado los tres minutos, el huevo pochado.

Os pude quedar algo así:

Tostas de aguacate con tomate y huevo pochado
Tostas de aguacate con tomate y huevo pochado


Para decorar, podéis usar una hierba aromática que os guste, un poco de pimienta o de guindilla molida para dar color.

Y ya solo os falta una cosa, disfrutar de vuestra sana y deliciosa tosta.

¡Buen provecho!