Las castañas son una de las delicias de otoño, un fruto seco con un aporte calórico relativamente bajo y un gran aporte de hidratos de carbono que se combinan con su delicado aroma y un sabor con claros tonos dulces.
La mayoría de vosotros las comeréis como a la antigua usanza (¡qué bonito era ver las castañeras y castañeros de antaño!), asada al carbón, o más modernamente al horno o air-fryer. De todas formas, tenemos muchas más opciones: escaldadas, en patés, en mermelada, o como hacen Francia, como marrón glacé.
Hoy en este pequeño rincón os queremos presentar una nueva opción, en forma de una deliciosa “crema de castañas”.
Para preparar dos raciones de esta aromática y sorprendente receta de “crema de castañas” necesitaremos los siguientes ingredientes:
250 g de castañas frescas
½ cebolla
½ puerro
1 patata pequeña
500 ml de caldo de verduras o agua (al gusto)
Vinagre de jerez
Aceite de Oliva Virgen Extra
2 huevos (opcional)
Pimentón dulce
Pimienta negra
Aunque puede resultar obvio, lo primero que haremos será asar las castañas, para ello, les haremos un corte profundo en forma de cruz en su piel y las asaremos como más nos guste (nosotros las asamos en la air-fryer, 12 minutos a 200 grados agitando a los 6 minutos y listo), las pelaremos bien y las reservaremos.
A continuación, picaremos bien la cebolla y el puerro y los pondremos al fuego en una olla con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, cuando la cebolla empiece a transparentar, añadiremos patata pelada y troceada y las castañas peladas. Salpimentaremos y dejaremos que se cocine un par de minutos, tras este tiempo, añadiremos un chorrito de vinagre, mezclaremos bien y dejaremos que se saltee todo un par de minutos más.
Pasado este tiempo, añadiremos el caldo de verduras (o el agua), taparemos y dejaremos que se cueza durante unos 30 minutos (removeremos de vez en cuando). Finalmente, lo trituraremos bien y lo dispondremos en un plato hondo o un bol para servir.
Para decorar tenéis varias opciones sanas como repartir unas nueces o un poco de queso ricota, o bien, como hemos hecho nosotros, preparar un huevo pochado, ponerlo en la crema y decorar con un poco de pimentón dulce y un chorrito de AOVE, tal que así:
Crema de castañas con huevo pochado |
¡Buen provecho!