¿Verduras? Hmmm... no quiero engañaros pero, me gustan bastante menos que otras cosas (ains, ese salmón). Pero bueno, a veces (cada vez más), pienso que comer verduras es muy bueno. Además, en este caso, a decir verdad, les quedó un plato muy sabroso.
Ellos utilizaron los siguientes ingredientes:
1 Manojo de puerros (con 3 o 4 porros)
2 o 3 patatas grandes
1 pedazo de queso
Sal
Aceite
Para empezar, le quitaron la parte verde a los puerros. Seguidamente, los limpiaron a conciencia para quitarles toda la tierra que a veces llevan en el tallo. Después de hacerlo, cortaron los puerros a rodajas pequeñitas, los salpimentaron y directos a la sartén. Allí los tuvieron unos 10 minutos a fuego medio, hasta que quedaron bien pochaditos (cocidos pero tiernos).
Mientras cocían los puerros, fueron pelando y cortando las patatas a láminas no demasiado gruesas.
Una vez tuvieron los ingredientes preparados (las patatas laminadas, y los puerros pochados), cogieron una bandeja para el horno y se pusieron a montar el plato como si se tratara de una lasaña, es decir, pusieron: una capa de patatas, una de puerros y finalmente, otra de patatas.
Para acabar, le pusieron un filete grueso de queso a modo de tejado, y metieron la bandejita al horno, donde estuvo unos 40 minutos a 180 grados.
Aunque es verdura... reconozco que no tiene un aspecto malo, ¿verdad? Además, a ellos les gusta. A mí, pues creo que podría ser una buena opción para entrar en el mundo de la verdura, pero ya me conozco su respuesta: “esto no es una comida para gatitos,... bla bla bla”