Restaurantes con la etiqueta de “hindús” en España
hay muchos, pero que sirvan comida india real son los menos, y casi todos están
en zonas muy específicas. Por eso, cuando hace unos años estábamos de
vacaciones en Palma de Mallorca y descubrimos el “Restaurante Baisakhi” no nos
lo pensamos 2 veces y nos apuntamos a descubrir y disfrutar de los auténticos
sabores, colores y olores de la comida india.
El pasado fin de semana decidimos ir a Madrid a pasar desconectar un
poco y disfrutar de los encantos de la ciudad, entre los cuales sin lugar a
dudas, está la opción de poder descubrir algo nuevo en su extensa oferta
gastronómica, en esta ocasión escogimos redescubrir nuestra experiencia con la
gastronomía india. Nuestra opción fue el “Tandoori Station”, el posiblemente,
restaurante hindú más de moda de la actualidad.
Cuando llegamos al restaurante, fuimos recibidos por la persona que
unos días antes nos había cogido la reserva, la cual nos acompañó a la que
sería nuestra mesa y donde nos esperaba la carta del restaurante y su carta de
vinos. En la carta estaba también el menú degustación, el cual, evidentemente
escogimos.
El restaurante “Tandoori Station” está ambientado en una estación del
metro de Delhi y el menú le acompaña a través de 4 estaciones con 4 sabores que
representan a la India, y son:
1a. estación: Aperitivos
En esta estación nos trajeron los siguientes cuatro platos:
- Pan hindú relleno de queso. Este pan, que recibe el nombre de “naan”, tiene un sabor realmente especial y combina perfectamente con los curris.
- Acompañando el pan, nos trajeron tres salsas, cada una con su sabor y claro está, su grado de picante. El objetivo de estas salsas no era otro que acompañar el resto de platos de esta estación, la primera salsa suave y sabrosa, la segunda un poco más picante, y la tercera, casi prohibitiva para el gusto occidental.
- A continuación, llegaron las empanadillas caseras de patata, guisantes y especias picantes. Este plato, conocido como “Samosa” en hindú, tenía un sabor muy bueno aunque muy variable en función de la salsa con la que se mezclara.
- Finalmente, nos trajeron un plato llamado “Pakora” consistente en verduras rebozadas con harina de garbanzos. En este caso, su sabor nos pareció bastante curioso.
2a. estación: Tandoori
En esta estación nos trajeron dos platos con unos nombres tan raros
como:
- “Murg ka tikka”, o lo que es lo mismo, trozos de pechuga de pollo cocinados al horno “tandoori”. Aunque estaba bueno, esperábamos más de este plato.
- “Sheek Kebab”, o lo que es lo mismo, trozos de ternera preparados al horno “tandoori” preparados con especies y hierbas. Nos pareció un plato muy sabroso, pero una vez más, esperábamos algo más de lo que finalmente teníamos en el plato.
3a. estación: Curris
Aunque muchos de los curris son muy picantes, sin lugar a dudas esta
estación fue la mejor de toda la cena. En total nos trajeron tres tipos
distintos de curri acompañados de arroz “Pulau”, o lo que es lo mismo, arroz
basmati con canela, cardamomo, anís y azafrán. Todos los curris eran muy
sabrosos, pero, como podréis ver, cada uno con su rasgo diferencial.
- “Murghi makhan wali”, o pollo, tomate, especies y salsa de curri suave. Estaba muy bueno, para nosotros, su sabor es realmente especial.
- “Gosht ka roghan josh”, o curry de ternera con tomate y especias. Para nuestro gusto, aunque estaba muy bueno, estaba una pizca pasado de picante.
- El último plato de esta estación fue el curry llamado “Malai paneer wala kofta”, una especie de albóndigas de patata, queso y salsa de almendras (sin carne). Para nosotros fue, sin lugar a dudas, el peor plato de la noche.
4a. estación: Final del viaje
Para finalizar el viaje, que mejor que llegar a la estación de los
postres, que en esta ocasión fueron:
- Bolas de bizcocho de almíbar y leche. Muy suaves y sabrosas. Su nombre en hindú era: “Gulab jamun”. Raro, ¿verdad?
- Helado de pistacho, o, en hindú “Kulfi”. Una palabra fácil, sencilla, para un helado, realmente distinto al que estamos acostumbrados.
Aunque todo fue de nuestro gusto, hay varias cosas que, bajo nuestro
modesto punto de vista, deberían mejorar. Para empezar, la mayoría de la comida
que nos trajeron no era auténtica, era europeizada, a mucha distancia de la
auténtica comida hindú que comimos en Palma. Para continuar, la ambientación
del local, basada en una estación de Delhi, daba más la sensación de comer en
una nave industrial que en un restaurante hindú.
En cuanto a las bebidas, debemos tener en cuenta que no se incluyen en el menú degustación y que, o no hay vinos en la India, o sencillamente al “Tandoori Station” no llegan, por tanto, uno debe escoger entre un par de blancos, o los típicos crianzas de la Rioja. Nosotros optamos por tomar algo distinto, un fabuloso vino blanco australiano (Koonunga Hill).
Detalle del comedor del Tandoori Station |
De todas formas, sin la menor duda el mayor éxito de este restaurante
ha sido convertirse en un lugar “de moda”, ya que por lo visto, todo el mundo
quiere ir y tener mesa es una tarea ciertamente complicada. Nosotros lo
conseguimos reservando con una semana de antelación, y para el segundo turno de
cenas.
Por cierto, si vuestra intención es tener una cena romántica en el
“Tandoori Station”, pensároslo, pues las mesas son tan pequeñas, y está tan
abarrotado de gente, que difícilmente escucharéis a vuestro acompañante.
En nuestro caso sí que os decimos que disfrutamos de una experiencia
más positiva que negativa, y por eso os decimos que volveremos al restaurante.
Nuestra valoración es de un 7.5 sobre 10.
Si queréis ir, y teniendo en cuenta que es casi imprescindible
reservar, os dejamos los datos de contacto del restaurante:
28006 Madrid
Tel.: 91 401 22 28