Cada plato tiene su temporada, y nosotros, para cada
temporada tenemos nuestras preferencias. Mientras en invierno preferimos los
platos de cuchara, ahora en verano, preferimos los platos frescos y sobretodo,
refrescantes.
Siguiendo la estela que iniciamos el año pasado cuando os explicamos
dos platos ideales para estas fechas de calores: el “Gazpacho” y la
“Vichyssoise”, este año os traemos otro gran clásico de la cocina de nuestro
país, el “Salmorejo”.
Para dos raciones utilizaremos los siguientes ingredientes:
500 gr. de tomates (muy maduros)
100 gr. de pan (puede ser del día anterior)
1 diente de ajo
100 ml. de aceite
2 cucharadas de vinagre de Jerez
1 huevo
2 lonchas de jamón ibérico
Sal y pimienta
Para empezar, limpiaremos bien los tomates. Cuando los tengamos
limpios, partiremos cada tomate en cuatro partes, aprovechando para quitarles
bien el tallo, los salaremos y los pondremos en el vaso de la batidora.
Mientras hacemos esto, empaparemos bien el pan.
A continuación, añadiremos al tomate, el ajo, el pan bien escurrido,
las dos cucharadas de Jerez y una pizca de pimienta. Una vez hecho, lo
batiremos todo bien hasta conseguir una crema bien homogénea.
Una vez conseguida la crema, la reservaremos en la nevera hasta
minutos antes de presentarla para que esté bien fría. Nosotros, habitualmente
la dejamos enfriar de un día para otro.
Unos minutos antes de presentar el salmorejo, pondremos una olla a
hervir con agua y una pizca de sal. Cuando arranque a hervir, pondremos el
huevo y lo dejaremos unos 12 minutos. Pasado este tiempo, enfriaremos y
pelaremos el huevo.
Para presentar el salmorejo repartiremos la crema en platos hondos (o
boles), rayaremos encima suyo el huevo y repartiremos unos virutas de jamón
ibérico, tal que así:
Una buena ración de Salmorejo |
¡Buen provecho!