19 de agosto de 2011

Panacota

Debo reconocer que mis dueños han mejorado y mucho en la elaboración de postres. Aunque la presentación continua siendo su punto débil, ya no da miedo ver sus resultados (incluso últimamente empiezo a desear hincarle los dientes a alguno de sus postres, ¡meh meh meh!).

En esta ocasión, el elegido ha sido el dulce italiano por excelencia, la “Panacota” (por lo que les he escuchado viene a traducirse como: nata cocida). Es muy sencillo, ya veréis:

Para cuatro raciones, ellos utilizaron los siguientes ingredientes:

250 ml. de nata para montar
250 ml. de leche
3 láminas de gelatina neutra
90 gr. de azúcar

En primer lugar, deberéis separar un vaso de leche al fría que añadiréis las láminas de gelatina.

Mientras la gelatina se reblandece, podremos un cazo con la nata, la leche y el azúcar a fuego moderado. Si queréis aromatizar (se puede con: vainilla, naranja, limón, canela, etc.), es el momento de añadirlo al cazo también.

Una vez caliente, retiraréis el elemento aromatizante y añadiréis la gelatina removiendo constantemente con una barillas durante 2 minutos, para evitar la formación de grumos.

Hecho esto, se puede decir que ya tenéis la “Panacota” preparada, solo le falta lo más importante, el reposo. Para ello, pondréis la masa en los moldes y dejaréis enfriar un par de horas a temperatura ambiente. Pasado este tiempo, le toca la hora al frigorífico donde lo tendréis unas 8 horas para que cuaje. No os preocupeis por dejarlo tanto tiempo, pues la “Panacota” mejora de un día para otro.

En esta ocasión, ellos añadieron a leche el zumo de un mango, y según dijeron, estaba para relamerse los bigotes.

Panacota

¡Buen provecho!

7 de agosto de 2011

Restaurante El Armario - Madrid

La verdad es que no se como se lo montan pero casi cada julio, ese par prueban un nuevo restaurante, hace un par de añitos fue el “Restaurante Italiano Dolomiti”, el año pasado le tocó el turno a “La cocina de Plágaro” y al “Restaurante Basarri”. Este año, el elegido ha sido “El armario”, un sorprendente restaurante situado en el madrileño barrio de Chueca.

Sí, habéis leído bien, el restaurante “El armario” está en Madrid y nosotros vivimos en Vitoria-Gasteiz... os parecerá un poco raro, ¿verdad? Bueno, la cosa es que, mis queridos dueños se fueron de escapada de fin de semana a Madrid con una pareja amiga, y claro, allí necesitaban algún lugar especial donde ir a cenar. Las amigas de mis dueños conocían el restaurante “El armario” y les gustaba mucho, así que, lo escogieron sin problemas.

El restaurante está en centro de Madrid, concretamente en el número 7 de la calle San Bartolomé.

Es curioso, pero en el restaurante aunque encontraréis un menú especial, este no es ni un menú degustación, ni un menú diario, bueno, quizá mejor os lo explico... El restaurante sólo dispone de carta y de un menú especial con el que se puede escoger de la carta, un primer plato, un plato principal y un postre, y todo por 20€ (eso sí, IVA y vino a parte).

La carta no es muy larga, y quizá no tiene una actualización frecuente, pero entre los nueve primeros y doce platos principales, mis dueños y sus amigos sacaron ocho menús distintos (correcto, en un fin de semana finalmente acabaron cenando dos veces en “El armario”... y yo, como no, mientras en casa, como siempre...).

De entre la lista de primeros, ellos probaron:

• Almejas al cava. ¡¡Hmmm!! Sabrosísimas, frescas y encima con una salsita de cava que se ve que estaba para mojar pan...
• Arroz meloso con costilla de cerdo y champiñones frescos. Vaya, un “Rissoto” cremoso, sabroso y bien presentado. ¿Qué más le podemos pedir?
• Sartén de huevos de codorniz con pisto. Un pato muy recomendable, sabroso sobre todo si se tiene la intención de comer algo ligero.
• Ensalada de queso cabra, cebolla caramelizada y aliño de naranja y vinagreta de miel. De verdad, ¡estaba sabrosísimo! Además, según mis dueños es un plato muy adecuado para el verano.

De entre la lista de platos principales, probaron:

• Hamburguesa de avestruz, con su pan, rucula y queso brie. La verdad yo no creo que lo hubiese probado, ¡pobre bicho!, aunque claro según era una auténtica delicia para el paladar…
• Magret de pato con salsa de arándanos y patatas “parisién”. ¡¡Hmmm!! Creo que a mí no me hubiese gustado, pero a mis dueños, les pareció fabuloso…
• Pollo al curry amarillo con un “pilaf” de arroz blanco. Se ve que era muy picante, pero según quienes lo probaron, tenía un sabor escandaloso.
• “Carpaccio” de ternera con rucula y queso parmesano. Según lo que escuché, a mis dueños, les pareció un plato muy especial.

Postres:

• Brownie con helado de vainilla. Sin lugar a dudas, este fue el postre del fin de semana, recién hecho, calentito y con una bola de helado… ¡ains! Para relamerse los bigotes….
• Sopa de chocolate frío con salsa de fresones. Aunque estaba bueno, este plato fue quizá el peor de la velada. En mi modesta opinión, si este postre está en la carta la próxima vez que mis dueños vayan al restaurante, no lo pedirán.


Ya lo veis se pueden sacar varios menús al gusto de cada uno, ¿no? Y además, por 20 euros (IVA y vino a parte). ¿No es nada caro, verdad?

En general, la presentación y composición de los platos era muy buena, y además, para potenciar más esto, los dueños del “Armario” los presentan utilizando platos de diseño. Esto no quita, como en otros restaurantes sucede, que la cantidad servida es adecuada al plato.

Una cosa más a añadir, por lo que escuché, el ambiente del restaurante es especial de verdad, o por lo menos eso deduje de las palabras que escuché mientras lo describían: tranquilo, oscuro, encantador y sobretodo bien cuidado.

Por cierto, os preguntaréis: ¿Qué nos puede contar este sobre el servicio? Pues bueno, a ello voy, ¡meh, meh, meh! Mis dueños no tienen ni la menor duda en este sentido, pues a ellos los camareros les parecieron muy profesionales y atentos, siempre dispuestos a resolver las dudas y prestar ayuda a los clientes trasmitiendo en todo momento, confianza y comodidad.

Solo una cosa más, mis dueños solo querían ir una vez al restaurante “El armario” para así poder probar otros, pero finalmente, las dos noches que estuvieron en Madrid, acabaron cenando en él... con esto todo está dicho, ¿no?

Si tenéis ganas de ir, recordad que es muy recomendable hacer reserva, así que sin más dilación, a continuación os dejo sus señas:




“Restaurante El Armario”
C/ San Bartolomé, 7
28004 Madrid
Teléfono: 915 32 83 77



Actualización (Julio 2012):  

Por lo que mis dueños han podido saber de fuente bien informadas, el actual “Restaurante El Armario”, no es como os he contado, pues aunque continúan sirviendo comidas, se han convertido en un ‘Vodka & Gin Club’.





Antes de acabar, me gustaría recomendaros un local en el que finalizar la noche… y es que estos petardos también aprovecharon para ir junto con sus amigas a tomarse una copa. ¡Tendrán morro! Y, aunque ese fin de semana visitaron más de un local, me gustaría recomendaros en su nombre el bar “Misa de Doce”, en donde preparan unos deliciosos mojitos y que cuenta con el aliciente de lo agradable que es su ambiente, a lo que si añadimos unos precios competitivos, pues… Para que lo reconozcáis, ahí os dejo con su imagen (realmente… curiosa) y con su dirección. Eso sí, según mis amos, eso de que te persigan para entrar a los locales es realmente HORROROSO, aunque esta vez les funcionó y todos quedaron contentos.















C/ Augusto Figueroa, 20
28004 Madrid
Teléfono: 915 228 288