Hoy os voy a contar
la receta más sencilla desde que estoy por aquí. Se trata de una salsa de
origen mejicano... ¡¡sí!! Sois unas hachas... ¡¡el Guacamole!!
El pasado sábado, mis
queridos dueños organizaron una cena en casa con amigos, una cena temática en
la que a ellos les tocó preparar unos nachos con guacamole, y claro, a mí no me
quedó más remedio que quedarme con la receta, ¡meh, meh, meh!
Los ingredientes que
utilizaron fueron estos:
2 aguacates
½ tomate
½ cebolla
Zumo de medio limón
1 diente de ajo
Media guindilla
Sal
Para empezar,
pelaréis los aguacates, los cortaréis a dados bien pequeñitos y los pondréis en
un bol juntamente con el zumo de limón, así evitaréis la oxidación de los
mismos. A continuación, cortaréis el tomate (a un tamaño parecido al de los
aguacates) y los añadiréis al bol con una pizca de sal. Haréis lo mismo con la
guindilla y el ajo, aunque estos, picados tan finos como podáis.
Con todo en el bol,
empezaréis a aplastarlo todo con la ayuda de un tenedor, o si lo preferís, de una
picadora eléctrica.
¡Y ya lo tenéis
hecho! Fácil, ¿verdad?
Una buena ración de Guacamole |
¡Buen provecho! Y a
disfrutar de la salsita.