21 de julio de 2020

Quiche de rulo de cabra y tomates cherry

Se dice, se comenta, se rumorea que, hace unos 400 años, en la región francesa de Lorraine (situada al noreste de Francia y haciendo límite con Alemania), un grupo de habitantes decidieron crear un plato en base a una tarta salada. El resultado final fue, la internacionalmente conocida “Quiche Lorraine”.
 
Exactamente igual que nuestra célebre tortilla, con el paso de los años y de múltiples inventores, la “Quiche Lorraine” ha ido evolucionando o mutando en base a variarle uno o múltiples ingredientes. De esta manera tenemos opciones tan distintas como: la “Quiche de gorgonzola y peras”, la “Quiche de salmón y puerros” o la “Quiche de calabacín y Brie”.
 
Hoy en este pequeño rincón recuperamos el aroma de la cocina francesa para traeros una nueva variante de quiche que, además, os puede solucionar varias cenas, se trata de una “Quiche de rulo de cabra y tomates cherry”.
 
Para preparar esta deliciosa receta necesitaremos los siguientes ingredientes:
 
1 masa quebrada
3 huevos medianos
200 ml de crema de leche o leche evaporada
½ cebolla
12 tomates cherry
1 rulo de queso de cabra
Parmeggiano rallado
Aceite (o un poco de mantequilla)
Sal
 
Lo primero que haremos será precalentar el horno a unos 200 grados. Mientras el horno se va calentado, aprovecharemos para por una sartén al fuego con un chorrito de aceite (o una nuez de mantequilla). Con todo calentando cogeremos la media cebolla y la cortaremos en brunoise (o sea, a dados pequeños).
 
Cuando el aceite de la sartén haya calentado, añadiremos la cebolla y dejaremos que vaya pochando, mientras lo hace, aprovecharemos para preparar el resto de ingredientes, lo cual se resume en: lavaremos bien los tomatitos y los partiremos por la mitad y cortaremos a ruedas de medio centímetro el rulo de cabra, reservando ambas cosas una vez hecho.
 
Cuando la cebolla haya cristalizado, añadiremos la crema de leche (o leche evaporada) y dejaremos que se cocine todo un par de minutos a fuego medio.
 
En un bol mediano, pondremos los tres huevos con una pizca de sal y los batiremos enérgicamente hasta que espumen, una vez estén bien batidos, les añadiremos la crema de leche y la cebolla y de nuevo mezclaremos para integrar (y evitar que cuaje el huevo con el calor de la crema de leche caliente).
 
Llegados a este punto, prepararemos un molde redondo apto para ir al horno y sobre él extenderemos el disco de masa quebrada, una vez extendida, pincharemos la masa con un tenedor para evitar que se formen burbujas al cocerse.
 
Finalmente pondremos sobre la masa la mezcla de crema de leche y huevos repartiéndola por toda la superficie y en ella, distribuiremos los discos de rulo de cabra y los tomates cherry. Finalmente, espolvorearemos con el queso Parmeggiano rallado y lo meteremos en el horno para que se cocine a 180 grados durante unos 20 minutos (o hasta que veáis que se ha hecho bien).
 
Y este es el resultado final:


Quiche de rulo de cabra y tomates cherry
Quiche de rulo de cabra y tomates cherry


 
Una cena divertida, original y sabrosa. ¿Os atrevéis a probarla?
 
¡Buen provecho!


3 de julio de 2020

Restaurante Kromatiko - Vitoria-Gasteiz

Restaurante Kromatiko
Después de muchos meses habiendo dejado de lado, gracias o debido al confinamiento por el COVID-19, las críticas a restaurantes y habiéndonos centrado en las recetas que hemos ido preparando, los miembros de equipo hemos querido retomar nuestras críticas a restaurantes después de, obviamente, haberlos probado.
 
En esta ocasión, y como estamos todavía de recuperación de esa nueva normalidad, nos quedamos en casa, en Vitoria-Gasteiz. Por suerte, con la llegada de esta nueva normalidad, ha llegado también un nuevo restaurante que mejorará, sin duda, la oferta gastronómica de la ciudad.
 
Hoy en este rincón os queremos hablar del “Restaurante Kromatiko”, situado en la calle Beato Tomás de Zumárraga n. 2 de la que fue, Capital Gastronómica de España 2014.
 
La primera sorpresa nos la llevamos al llegar al local ya que, nos encontramos con un local con clara inspiración a los años 20 del pasado siglo XX (personalmente a los miembros de este equipo nos recordó a la estética que vimos en “El gran Gatsby”), con una pared de cristal separando los dos ambientes, el del comedor y la sala del bar dando a ambos la sensación de pertenencia al mismo entorno, aunque separando ambos usos.
 
De entrada, el “Restaurante Kromatiko” no dispone de ningún menú, ni diario, ni degustación, dejando totalmente al usuario la elección de que platos va a degustar de su bien variada carta.
 
En nuestro caso, optamos por pedir varios platos y compartirlos todos. Los escogidos fueron:
 
Croquetas (Takoyaki de pulpo gallego y de Marmitako de bonito)”. Realmente espectaculares y sorprendentes, tanto de presentación como de sabor y textura. Muy recomendables.
 

Croquetas de pulpo y de marmitako
Croquetas de Takoyaki de pulpo gallego y de Marmitako de bonito

 
Aguacate Asado con Tartar de gamba roja”. Sin lugar a dudas una auténtica delicia, por su combinación de sabores y de texturas. Una propuesta original, sorprendente y un imperdible de su carta.
 

Aguacate Asado con Tartar de gamba roja
Aguacate Asado con Tartar de gamba roja

 
Tartar de atún rojo, patata y huevo oilobide”. Tercera gran sorpresa de la comida, ¿cómo una delicia como atún rojo puede combinar tan bien con una simple patata frita? Ufff… sin lugar a dudas, para repetir una y mil veces.

 

Tartar de atún rojo, patata y huevo oilobide
Tartar de atún rojo, patata y huevo oilobide

 
Gyozas de jabalí en salsa Perigueux”. Aquí también nos llevamos sorpresa, aunque negativa, y no por la carne del jabalí (ya de por sí seca), sino por la masa de la gyoza que sabía excesivamente a harina… una auténtica pena.

 

Gyozas de jabalí en salsa Perigueux
Gyozas de jabalí en salsa Perigueux

 
Y cerramos con un “Goxua Tropical”, divertido y fresco, y una “Torrija de Té Matcha” también muy conseguida y atractiva.

 

Torrija de te matcha
Torrija de te matcha

 
Os tenemos que asumir que el “Restaurante Kromatiko” nos ha gustado mucho, aunque su precio podríamos decir que impide que sea un restaurante de uso habitual (la comida que os acabamos de contar nos salió a unos 90 euros, vino y cafés incluidos), sí que lo colocamos directamente en la zona alta de nuestras preferencias a la hora de disfrutar de una buenísima cocina de producto, con un trato exquisito al mismo y al comensal.
 
Con todo, nos vemos con la obligación de dar también un punto negativo al "Restaurante Kromatiko" ya que, hay varios platos que, pese a estar realmente buenos, tiene una relación cantidad-precio realmente baja. Es decir, pagamos como un plato y recibimos un pintxo (por ejemplo: la carrillera de vaca vieja, y el aguacate asado que os hemos contado en esta entrada).
 
Por nuestra parte, os recomendamos totalmente el “Restaurante Kromatiko” y deseamos que haya llegado para quedarse y de un impulso aún mayor a la buena gastronomía que tenemos en Vitoria-Gasteiz.
 
Si queréis ir, no olvidéis reservar con antelación pues su comedor es relativamente pequeño (tiene una capacidad para unos 30 comensales). Para ello os dejamos sus datos de contacto:

 

 

01008 Vitoria-Gasteiz

 

Teléfono: 639 47 60 66

 

 

 




Otras opciones para comer genial en Vitoria-Gasteiz:



 

22 de junio de 2020

Receta de pan de molde con un toque de miel

Después de mucho tiempo imaginándonos haciendo nuestro propio pan casero, hace dos meses nos lanzamos con un pan de payés (u hogaza) que, la verdad, nos quedó de escándalo. Como fue todo un éxito, en el equipo pensamos que podríamos ampliar nuestro recetario de panes y, sin pensarlo demasiado, nos aventuramos con algo más sencillo, preparar un pan de molde.
 
La receta que os presentamos hoy, podríamos considerarla como una receta básica para hacer un pan de molde con un toque original que dará otra vida a nuestros desayunos y meriendas, hoy os queremos invitar a preparar un “pan de molde con un toque de miel
 
Para preparar este delicioso pan de molde necesitaremos los siguientes ingredientes:
 
500 g de harina
250 ml de leche (a temperatura ambiente)
50 ml de aceite de oliva
20 g de levadura fresca
1 cucharada sopera de miel
1 cucharada sopera de azúcar
1 cucharada de café de sal
 
Lo primero que haremos será buscar un bol grande. En él pondremos la leche y la levadura y removeremos hasta disolverla bien. Una vez disuelta la levadura añadiremos el aceite, el azúcar, la sal y miel sin dejar de remover. Una vez esté todo integrado, iremos tamizando la harina e integrándola con el resto de ingredientes.
 
Nosotros, como no tenemos amasadora, fuimos amasando a mano. A los pocos minutos, quizá unos cinco o seis, la masa estuvo en su punto perfecto ya que, podíamos amasar sin que se nos pegara en las manos ni en las paredes del molde.
 
Una vez conseguido este punto, sacamos la masa del molde y la estiramos en la encimera. Cuando tuvimos la masa estirada, la fuimos enrollando sobre sí misma como si hiciéramos un brazo de gitano. Finalmente, pusimos el rollo en un molde alargado y untamos bien la masa con aceite de oliva y dejamos reposar cubierto con un paño húmedo.
 
Dejaremos la masa reposando hasta que haya doblado su tamaño. Una vez hecho, pondremos a precalentar a 200 grados el horno. Mientras calienta, y con la ayuda de un pincel, pintaremos con leche y con mucho cuidado la superficie de la masa.
 
Cuando el horno esté caliente, meteremos el molde y dejaremos que se cocina durante unos 30 minutos (cuidado, los tiempos dependen un poco de cada horno).
 
Una vez acabado y desmoldado, toca ya disfrutarlo

 

Un delicioso pan de molde casero
Un delicioso pan de molde casero

 
¿Os animáis?
 
¡Buen provecho!

9 de junio de 2020

Pasta con crema de gorgonzola, pera y nueces

Aunque en casa no somos especialmente amantes de los quesos azules, hay uno de ellos que, cocinado, nos tiene el corazón robado, el queso de gorgonzola italiano. Lo descubrimos hace años al probar una quiche que se ha convertido un clásico en nuestra mesa, la “Quiche de pera y gorgonzola”, y desde entonces, lo hemos usado en alguna besamel, en pasta rellena, etc.
 
Hoy hemos querido dar un paso más dándole a este queso el protagonismo en una de nuestras pastas caseras, unos “tagliatelle con crema de gorgonzola, pera y nueces
 
Como veréis a continuación, con muy pocos ingredientes conseguiremos un plato que hará las delicias de casi todo el mundo (incluso de aquellos a quien no les guste el queso azul).
 
Para hacer dos raciones de “Pasta con crema de gorgonzola, pera y nueces” necesitaremos los siguientes ingredientes:
 

190 g de pasta ceca (o casera, al gusto)

100 ml de leche evaporada (o normal, o crema de leche)
50 g de queso gorgonzola
50 g de nueces
1 pera conferencia
½ cebolla dulce
20 g de queso parmeggiano rallado (o el que más os guste)
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
 
Lo primero que haremos será preparar la salsa. Para ello cortaremos primero la cebolla en brunoise (es decir, en dados pequeños), una vez la tengamos cortada, la pondremos a pochar a fuego medio en una sartén con un chorrito de aceite.
 
Mientras pocha la cebolla procederemos a pelar la pera y a cortarla también a dados pequeños (a un tamaño parecido a la cebolla) y los reservaremos. Picaremos también las nueces y estas las añadiremos a cebolla.
 
Una vez la cebolla haya cambiado de color le añadiremos la pera y dejaremos que se cocine todo junto unos 5 minutos. Pasado este tiempo, añadiremos la crema de leche (o leche evaporada) y el queso gorgonzola a cachitos. Mezclaremos todo bien para que el queso se vaya integrando y disolviendo en todos los ingredientes. Llegados a este punto, apagaremos el fuego y reservaremos en la misma sartén.
 
Con la salsa preparada, prepararemos la pasta. Si optáis por preparar un plato excepcional que dejará con la boca abierta a vuestros comensales, os recomendamos que uséis una buena pasta casera (la nuestra, esta, es de las mejores, jejeje) aunque si preferís algo más rápido, podéis usar la pasta seca que tengáis en casa (espaguetis, macarrones, etc), preparándola según las instrucciones de su fabricante.
 
Una vez la pasta esté cocinada, la escurriremos y la añadiremos a la sartén donde tengáis la crema y todo junto lo pondremos de nuevo a fuego medio para armonizar su temperatura antes de servir.
 
Nosotros os recomendamos espolvorear con un poco de queso parmeggiano (o el rayado que uséis en casa) y un poco de orégano, tal que así:

 

Tagliatelle caseros con crema de gorgonzola, pera y nueces
Tagliatelle con crema de gorgonzola, pera y nueces

 
No me digáis que no le hincaríais el diente… ¡A nosotros nos encanta!
 
¡Buen provecho!

 

 

 

1 de junio de 2020

Crema fría de aguacate con manzana ácida

Estos últimos años se han puesto de moda los llamados superalimentos, es decir y para que nos entendamos todos, alimentos potencialmente sanos que más pronto que tarde se acaban convirtiendo en una moda o en el objetivo de potentes campañas de publicidad. A nosotros lo que realmente nos interesa es su lado más saludable y, sobre todo, como podemos ir incorporando algunos de estos alimentos a nuestro menú.
 
Hoy nos centraremos en uno de estos alimentos, el aguacate, un fruto tropical originario de América Central que tiene muchas más aplicaciones que la que conocíamos hasta ahora, el guacamole.
 
El aguacate es una fuente de ácido fólico, un potente antioxidante que, además, cuida nuestro corazón mientras nos ayuda a bajar peso. Bueno, a lo que nos interesa en este rincón, la receta que hoy es una riquísima y saludable crema, concretamente una “crema fría de aguacate con manzana ácida”.
 
Para hacer dos raciones de esta deliciosa “crema fría de aguacate con manzana ácida” necesitaremos los siguientes ingredientes:
 

1 aguacate maduro

1 manzana Granny Smith
media lima
1 Yogur natural
¼ litro de agua
Sal
Pimienta molida
 
Lo primero que haremos será pelar el aguacate, para ello y con la ayuda de un cuchillo lo partiremos longitudinalmente con cuidado. Una vez hayamos dado la vuelta con el cuchillo, con un giro con las manos nos quedaremos con las dos mitades del aguacate, le retiraremos el hueso y con la ayuda de una cuchara le retiraremos toda la carne, la cual iremos metiendo en vaso de la batidora.
 
Una vez hecho, pelaremos la manzana, le quitaremos el corazón y las semillas y la cortaremos a trozos pequeños, trozos que iremos poniendo también en el vaso de la batidora. En el mismo baso añadiremos la ralladura de la media lima y su zumo. Finalmente echaremos también en el vaso el yogur, el agua, una pizca de sal y un poco de pimienta en polvo.
 
Finalmente, batiremos todo durante unos 3 minutos o hasta que consigamos una textura totalmente cremosa y uniforme.
 
Para acabar presentaremos el plato, para lo cual, nosotros siempre acostumbramos a ponerle unas pocas virutas de jamón ibérico o, como el caso que os presentamos, unas patatas fritas de bolsa desmenuzadas, tal que así:
 

Crema fría de aguacate con manzana ácida
Crema fría de aguacate con manzana ácida

 

Ya veis que fácil es tener un buen plato en la mesa que, además, es sano y delicioso.
 
¡Buen provecho!