La verdad es que es
sorprendente como un local como este haya podido estar tantos años criando y
acumulando polvo. Mis dueños no saben si es por una extraña leyenda negra, o si
es por una de esas injusticias del mercado, pero estos últimos años, este restaurante
ha estado más tiempo cerrado que abierto. Por suerte, el pasado mes de agosto,
mis dueños se llevaron la agradable sorpresa de encontrarse el “Restaurant Font
Negra” abierto y a pleno funcionamiento.
Como cada año, mis
dueños organizan una comida por las cercanías de Berga (Barcelona) para juntar
allí a sus respectivas familias, encontrándose con un pequeño gran problema:
por la zona, la mayoría de los restaurantes, o bien cierran los domingos o los
que abren, no ofrecen menú. Por suerte, el restaurante que hoy os voy a
recomendar tiene menú de fin de semana.
¡Ups! Casi de me olvida.
El restaurante que os quiero presentar hoy, el “Restaurant Font Negra” está
situado en las laderas de la montaña de Queralt (a unos 5 minutos en coche de
Berga), concretamente en un parque del que coge el nombre, el parque de la
“Font Negra”.
La verdad es que, el
lugar es muy especial, excepcional diría yo, un lugar donde el verde y la
tranquilidad se respiran a cada paso. ¿Qué os parece la foto?
El restaurante ha pasado
por diversas fases, des de estar cerrado a tener bastante éxito. Estos últimos
tiempos, por suerte, parece funcionar bastante bien.
En el restaurante se
pueden encontrar dos tipos distintos de menú, uno diario (por 13.50€, IVA y
bebidas incluidas) y otros de fin de semana (esta vez por 20.50€ también con el
IVA y las bebidas incluidas).
Los menús cambian
semanalmente, eso sí, manteniendo unas características básicas en cuanto a los
ingredientes utilizados se refiero: deben ser frescos y principalmente, de la
tierra.
Bien, por los 20 euros,
mis dueños y sus padres, comieron lo siguiente:
- Un entrante sorpresa, gentileza del restaurante. Según he escuchado, una pequeña delicatesen.
- Un arroz cremoso con setas de la tierra. Según mis dueños, este plato estaba de primera. Sabroso y muy bien presentado.
- Ensalada con queso de cabra y cebolla caramelizada
- Longaniza de payés a la brasa. Tenía una pinta genial y su olor lo noté yo hasta yo desde el pueblo. ¡Ufff! Grande, gorda y finalmente, muy bien presentada.
- Churrasco de ternera a la brasa. ¡Ains!... otra delicatesen. Según ese par, estaba de vicio, vaya, ¡para relamerse los bigotes!
- Lomo de atún con foie y manzana hervida.
- Un pequeño pre-postre sorpresa. Una nueva gentileza de los responsables del restaurante. ¡Hmm! Ese día fue un refrescante sorbete de sandía.
- “Mel i mató”. Gustoso y muy típico de la zona.
- Helados variados
- Pastel
- Fruta de temporada
La verdad es que el
lugar les sorprendió a mis dueños, tanto por la ubicación, como por la
presentación los platos, donde todos lucían con luz propia, los ingredientes
era fresquísimos y la mayoría de ellos, del país. El ambiente del comedor era
también muy especial, minimalista, amplio y sobretodo, tranquilo. Además,
tenéis la opción de comer en la terraza del restaurante, como hicieron mis
dueños.
Por si os interesa pasar
algún día, os dejo aquí sus datos:
Actualización:
Desgraciadamente tenemos que informar que, el “Restaurant Font Negra”, ha cerrado puertas.
|
“Restaurant Font Negra”
08600 Berga
Con ese menú y ese entorno... ¿quién puede decir que no existe la felicidad?
ResponderEliminarYa vuelve a estar abierto y mejor que nunca
ResponderEliminarWow, pues tocará organizar una excursión hasta allí
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