Por suerte, el pasado fin de semana mis dueños hicieron una receta un tanto original, unos canelones de verduras con un toque de bacón, y claro, yo que soy un cotilla, allí estaba para espiarlos (sí, sólo para espiar, ya sabéis que su frase favorita conmigo es: “esto no es comida para gatitos...”).
Bueno, la cuestión es que el pasado domingo, uno detrás de otros, fueron preparando todos los ingredientes necesarios para llevar a cabo la receta que hoy os cuento, fueron:
8 placas de canelón
100 gr. de calabaza
½ calabacín
½ cebolla
½ pimiento verde
50 gr. de bacón
1 cucharada de harina
Sal
Aceite
¡Ah! Y recordad: ellos son dos, y lógicamente los ingredientes que os acabo de listar, son para 2... más que nada, que luego no quiero quejas si os sale una receta de régimen haciéndola tal cual para cuatro.
Bueno, para empezar, cortaron todos los ingredientes a cachitos de más o menos medio centímetro. Mientras, pusieron al fuego una sartén con aceite, para cuando este estuvo caliente, poner a pochar la cebolla y el pimiento verde.
Unos cinco minutos después, añadieron la calabaza, el calabacín y el bacón, dejándolo todo junto unos cinco minutos más. Por lo que vi, es conveniente ir removiendo de vez en cuando para evitar que se peguen los ingredientes.
Mientras tanto, pusieron a hervir una olla con agua salada. Cuando arrancó a hervir, le añadieron las placas de canelón. No os diré cuanto tiempo las dejaron hirviendo, ya que no se que placas utilizaréis, y cada fabricante tiene unos tiempos distintos de preparación, así que, ya sabéis: a seguir las instrucciones del fabricante.
Mientras se las placas hervían, prepararon una besamel no demasiado espesa. ¿Cómo? Bueno, pues muy fácil, como siempre por aquí, ¡meh, meh, meh!
Ains, que lindo soy... bromas a parte, la prepararon así: pusieron a calentar una pequeña olla con un poco de aceite. Cuando este estuvo caliente añadieron un poco de cebolla cortada, cuando esta empezó a cristalizar, añadieron una cucharada de harina y removieron bien hasta conseguir una masa homogénea. Cuando la obtuvieron, añadieron un buen baso de leche, y continuaron removiendo un rato (esto es importante, pues se deben evitar los grumos a toda costa) hasta conseguir la consistencia deseada.
Cuando las placas estuvieron preparadas, las pusieron a enfriar. Mientras, añadieron un poco de besamel a las verduras, la mezclaron un poco.
Finalmente, llegó el momento de la parte más divertida: el rellenar las placas de verduras, disponiéndolas en una bandeja opta para el horno... ¡ains! ¡Cómo me gusta tocar la comida!
Bueno, por último, solo les faltaba el toque definitivo, así que sin pensarlo demasiado, pusieron los canelones al horno, y a gratinar se ha dicho.
Tienen una pinta fantástica, ¿no?
Canelones de verduras con un toque de bacón |
Pues yo os añado algo, según dijeron mis dueños, la pinta de estos "canelones de verduras con un toque de bacón" es buena, su sabor: mejor.
¡Buen provecho!
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