Sí, ya lo se, no es lo más normal del mundo que alguien como yo, os hable de verduras, pero bueno, la verdad es que preparadas como hacen esos dos al entrar a la cocina, y sobretodo, con el acompañamiento que acostumbra a llevar, está mmmmm, de vicios (para relamerse los bigotes), así que, allá voy:
Ingredientes para 2 personas (a mí casi nunca me incluyen):
400 gr. de espinacas
¼ de cebolla
1 loncha de jamón serrano o 50 gr. de gambas (para la guarnición)
Sal
Aceite
100 ml. de leche
Como es evidente, las espinacas siempre, mejor frescas, aunque mis dueños, casi siempre utilizan las congeladas de Frudesa (según ellos lo más parecido a las frescas, pero más cómodas al estar empaquetadas en dosis individuales).
La preparación es lo más fácil que os podéis imaginar: 10 minutos hirviendo en agua salada, y a escurrir (el tiempo no varia entre congeladas y frescas).
Después llega el turno de preparar una bechamel, aunque, dependiendo de los días, le ponen un acompañamiento u otro (a veces tiras de jamón serrano – y omá que rico!-, otras, gambitas -hmmm-), eso sí, casi siempre, ponen un cuarto de cebolla cortada bien finita.
La cuestión es que en un cacito, ponen un poco de aceite y lo ponen a calentar, en cuanto está caliente, añaden el acompañamiento (jamoncito, gambas, etc.) y casi inmediatamente, añaden una cucharada sopera de harina y lo remueven todo hasta conseguir una pasta homogénea. Cuando lo consiguen, añaden la leche, y una puntilla de sal y vuelven a remover, para evitar que se formen grumos.
En no más de 2 minutos, consiguen la consistencia correcta, así que, añaden las espinacas previamente hervidas, lo remueven bien, y a la fuente del horno, y a punto para el último toque: gratinar.
Quizá os parezca raro que a un gatino como yo le gusten las espinacas, pero uff, a estos esta receta les sale que ni bordada!!!.
Muy rico, de las pocas vegetales que me gusta esta la espinaca... ummm esa la hago yo... gracias
ResponderEliminarMe encanto muchas gracias
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