13 de diciembre de 2011

De pinchos por Donostia


Supongo que todos en alguna ocasión os habéis preguntado cuál es el mejor sitio para comer pinchos, ¿verdad?  Es más, seguramente la mayoría de vosotros habéis llegado a un mismo punto, el lugar en cuestión es Donostia / San Sebastián.

En casa a menudo escucho: “¿Nos vamos de pincho pote?”, o “¡Qué bueno que estaba el pincho del Usokari!”. Sí, a mis dueños los pinchos les gustan mucho, y por si fuera poco, conocen varios bares en Vitoria-Gasteiz donde tomar buenos pinchos, pero claro, según la mayoría de la gente no es lo mismo ir de pinchos por Vitoria-Gasteiz que hacerlo por Donostia, porque los pinchos que se sirven en la capital de Gipuzkoa son simplemente, los mejores.

Para probar esto, el pasado fin de semana mis dueños se fueron a Donostia. La excusa fue otra, pero bueno, una vez tuvieron vistos (y visitados) el Peine del Viento, la playa de la Concha, la punta Urgull y la playa de Zurriola, se fueron hacia la Parte Vieja para descubrir la gastronomía de Donostia.

Os debo avisar  que en Donostia no hay una sola ruta gastronómica, sino que hay montones de ellas, algunas más o menos oficiales como: la ruta por Gros y Zurriola, o la de la Parte Vieja. Aunque lo realmente bueno es hacer como hicieron mis dueños: crear su propia ruta personal de pinchos, que por cierto, si no lo habíais imaginado, hoy me encargaré de explicaros (eso si tenéis ganas de leer, claro, ¡¡meh, meh, meh!!!):





Colocado en pleno corazón de la Parte Vieja, el restaurante Gandarias dispone de dos ambientes claramente diferenciados, por un lado el comedor del restaurante, y el otro, la zona de bar con una monumental barra de pinchos. Cuando mis dueños estuvieron en el restaurante, este estaba petado de gente, lo cual, sin lugar a dudas dejaba al descubierto uno de los grandes problemas del lugar, pues el ambiente que se respiraba allí no era para nada el más adecuado para comer tomando unos pinchos (el ruido era ensordecedor, y los empujones estaban a la orden del día). Finalmente, ese par se fueron a la calle para degustar cómodamente:

  • Crepe de bacalao.  Según dijeron mis dueños, estaba buenísimo. El bacalao fresco, el crepe calentito… sinceramente muy especial. ¡¡Quiero probar este pincho!!
  • Montadito de Foie a la plancha con crema de manzana. El nombre lo dice todo, ¿verdad? Según mis esclavos, quizá era demasiado pequeño aunque se compensaba con su gran sabor.

Dos pinchos con sus correspondientes “zuritos” para beber (un culín de cerveza), por 7.10 euros.


Bar Zaguan



Un bar sencillo, modesto y pequeño en una de las calles con más movimiento de gente de la Parte Vieja. El lugar dispone de un menú del día de lo más económico (mis dueños creen que en calidad también era bastante económico ese menú), pero bueno, hoy os quiero hablar más que de menú, de pinchos, ¡¡meh, meh, meh!!. En la barra de este bar estaban expuestos múltiples pinchos, aunque a decir verdad, todos eran bastante simples y parecidos (con chaca, fritos, rebozados, ensaladilla, tortilla de patatas, etc.). Mis dueños probaron:

  • Un canelón de queso relleno de verduras.
  • Tortilla de patatas.
  • Dos pinchos con salmón ahumado (un poco distintos, por suerte).

Y claro, para beber, los dos “zurito” de rigor. Todo, por 10 euros… No es para nada caro, aunque según he podido escuchar a esos, creo que no merece la pena visitar el “Zaguan”. 


Bar Sport




Quizá uno de los bares más especiales que mis dueños probaron, tanto por el ambiente que encontraron, como por la barra de pinchos que en él ofrecen. Quizá el único problema que os podéis encontrar si decidís pasar por el “Sport” es que sólo dispone de tres mesas, y claro, la gente debe salir a la calle para tomarse los pinchos, y eso en verano es genial, pero en invierno… ¡¡ufff!! Pero bueno, creo que en este blog he venido a hablar sobre comida, no sobre el tiempo (aunque me encanta el sol… ¡es tan calentito!… ¡¡meh, meh, meh!!.).

En el bar Sport, mis dueños cataron:

  • Crepe de boletus. ¡Menudo sabor tenía! Sabroso, calentito…. ¡buahh! Sin lugar a dudas, el mejor de todos los catados hasta el momento.
  • Croquetón de queso. Otro gran descubrimiento, sabroso, bien presentado, perfectamente hecho…
  • Tomate rebozado. Raro, quizá un poco simple, aunque en todo caso, bueno.

Como en los otros bares, mis dueños añadieron su par de “zuritos” a la factura final, con lo que acabaron pagando 8.10 euros.


Bar Nagusia Lau



Menuda sorpresa se llevaron con este bar, aunque no precisamente positiva, más bien al contrario. ¿La barra de pinchos? La verdad es que estaba muy bien, tenía un montón de pinchos distintos, con una apariencia más que buena, bien preparados, bien presentados, aunque… Sí, mis queridos dueños se encontraron con un pequeño gran problema: los precios. ¡¡Impresentables!! La mayoría de los pinchos valían 2.40€ cada uno, y varios, 3.90€

¿No os lo creéis? Pues nada, para prueba un botón… aquí os dejo la factura que pagaron:



Sí… Los pinchos (el croquetón de bacalao, el rollito de gamba y el mini de jamón) estaban buenos, aunque según mis dueños, sinceramente, no merece la pena ir al “Lau Nagusia”, pues por ese precio se pueden encontrar montones de sitios mejores donde tomarse unos pinchos.

Ya veis, en Donostia hay un montón de lugares donde pasarlo bien tomando unos pinchos, la mayoría de ellos están mejor que bien, aunque cuidado, pues Donostia es una ciudad muy cara y eso lo aprovechan muchos para sacar tajada



Otras opciones para comer bien y barato en Donostia:


"Café-Bistro Kinza" en pleno corazón del barrio de Gros.



3 comentarios:

  1. Que morro!!! eso se avisa, es lo que más echo de menos.
    Muxu asko eta urte berri on

    ResponderEliminar
  2. Qué bien se come en San Sebastián!! Aunque cuando estuve en Vitoria también comimos muy bien. Me apunto estos bares que no los conozco aún!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vitoria (nuestra ciudad) es la gran desconocida, y se come muy, pero que muy bien,y bastante mejor de precio de Donostia, aunque eso sí, no tiene mar (lo cambiamos por unos parques fantasticos, jajaja)

      Eliminar