¡Miauuu! Aún me relamo los bigotes… Si me hubiesen dejado, no se, olerlo más de cerca, tocarlo un poquito o, o, hincarle un diente, hubiese sido el gato más feliz de Vitoria. Que digo yo de Vitoria, de Europa entera...
Cuando entraron en la cocina, lo fueron preparando todo para prepararse la cena para ellos 2. ¡Menuda pinta hacía todo!
2 Rodajas de salmón fresco
1 Patata grande
4 rodajas de calabacín
2 rodajas de berenjena
Preparado de ensalada (o si lo preferís, un poco de lechuga, escarola, etc.)
Hierbas provenzales
Aceite
Sal
Empezaron pelando y cortando la patata a palos finos (hay días que les da por los dados, a láminas, etc.), y cuando el aceite de la freidora estuvo caliente, los metieron allí.
Mientras, pusieron a calentar un chorrito de aceite en una sartén (igualmente se puede hacer con la plancha). Salpimentaron el salmón, y directo al fuego junto al calabacín y la berenjena.
Cuidado ahora, porque el salmón se cocina muy rápido. Solo se debe dejar 3 minutos por un lado, y 2 por el otro. Un dato curioso: ellos espolvorearon con un poco de hierbas provenzales el salmón una vez girado, y ¡Uf! ¡Menudo aroma!!
Una vez pasados los 5 minutos ya solo faltó retirar y escurrir las patatas con papel secante (cuanto menos aceite quede, mejor), y montar el plato que se compuso del salmón, las verduritas fritas, las patatas y una pequeña ensalada al gusto de cada uno. Tal que así:
¿Qué os ha parecido?
¡Aún parece que lo huela!
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