27 de diciembre de 2009

Enrollados de salmón y queso

¡¡Miauuu!! Nunca pensé que vería preparar un plato tan fácil y tan sabroso como este, y además, tiene lo que más me gusta a mí: salmón... ¡hmmm!

Mirad que bendición de ingredientes:

200 gr. de salmón ahumado
1 bandejita de queso para untar
1 paquete de obleas
Orégano

¿Puede ser complicado un plato con estos ingredientes? Pues no, pero de sabroso lo es un rato. Mirad que fácil de preparar:

Coged una oblea y estiradla bien. Colocad una loncha de salmón ahumado de forma que cubra la oblea y seguidamente con una espátula, untad el salmón con el queso, y espolvorear al gusto con el orégano. Una vez hecho, enrollad la oblea.

Como es lógico, repetid este proceso mientras dispongáis de obleas o de salmón para rellenarlas. Si sobra algo de salmón y cerca tenéis un lindo minino como yo... ains...

Bueno, finalmente, disponer los rollitos en una fuente para el horno, que previamente habréis precalentado a 185º, y colocareis la fuente en el horno a media altura. No necesitan más de 10 minutos, aunque los podéis dejar hasta que estén bien doraditos.

¿A que tienen buena pinta?


Receta de enrollados de salmón y queso




Yo los haría como entrantes para estas fiestas, tenéis el triunfo asegurado.

Restaurante Albéniz - Vitoria-Gasteiz

Cuando hacen esto, los mataría, y no porque vayan a comer fuera, sino porque se van… ¡Y a mí me dejan aquí, olvidado, calentando el sofá y viendo la tele! ¡Y, encima, apagada!

En fin, la cuestión es que hoy, han salido a comer al “Restaurante Albéniz”, aunque la verdad, creo que yo no hubiese disfrutado mucho, porqué me he enterado que casi no han comido nada de pescado (grr... con lo que me gusta a mí).

Ya sabéis que vivo en Vitoria-Gasteiz (sí, ellos también), con lo que, no se han tenido que desplazar mucho para llegar al restaurante, que está en pleno centro de la ciudad, en la aldapa, o la cuesta, o como le llaman formalmente, la calle Portal del Rey

Después de todo lo que han contado, uno se da cuenta que al llegar ahí, por un momento han pensado que comerían en un bar de esos de toda la vida (y no es de extrañar, pues según dicen, el Albéniz lleva en Vitoria desde 1920), pero bueno, eso solo ha sido al entrar, pues pronto les han guiado al comedor.

No debía ser muy grande, pues han contado que no cabrían más de 60 o 70 personas (hmmm…. En gatos, unos cuantos más, ¿no?). Allí una vez acomodados, les han tomado nota. Al ser festivo, sólo había carta y menú para grupos (mínimo 4), así que, como cumplían con el requisito, han pedido menú:

Entrantes:

- Tostadas con paté de pato y pepinillo.
- Jamón ibérico. (Tenía que estar de vicio. Aún recuerdo cuando les robé un paquete y me lo comí a zarpazo limpio… ains)
- Puerros confitados.
- Revuelto de setas.
- Langostinos a la plancha. (Qué ricos Dios, qué ricos, y ¡qué ganas tengo!)

Plato principal;

- Solomillo de ternera a la plancha y salsa de pimienta, acompañado de pimientos del piquillo, y patatas fritas. (Genial el solomillo, aunque la salsa de pimienta tenía más nombre que sabor, y las patatas… bien descongeladas y bien fritas)

Postres:

- Tejas en arroz con leche (Por lo visto debía ser bueno, porque aún se está relamiendo los labios –ya que él no tiene bigotes, como yo-)
- Tarta Gasteiz (También ha triunfado, pues el otro, aún tiene la cabeza en esa nata, ese hojaldre….).


Yo hubiese escogido el lenguado (que por lo que han dicho estaba en el menú también), pero estos son más carnívoros, así que, no os puedo decir mucho.

Después de ir, creo que no lo consideran su restaurante preferido, ya que continúan prefiriendo el “Ristorante l’Oliva”, o “Restaurante Olarizu” dentro de Vitoria, o el japonés “Restaurante Sakura” o “La Crepería”, ambos en Manresa.

Las puntuaciones que estos que me alimentan y miman (a veces), son: local un 7 (sencillo, limpio y cuidado), comida un 7.75 (tradicional y poco innovadora, pero de calidad), servicio un 6 (por lo que es el restaurante, simplemente correcto), calidad-precio un 7 (35€ por un menú de festivo, tampoco está del todo mal), en total, su nota para el “Restaurante Albéniz” ha sido un: 6.9

Por si os apetece ir, os dejo con sus datos:

“Restaurante Albéniz”
c/ Portal del Rey, 9
Vitoria-Gasteiz

Teléfono: 945 25 66 85

6 de diciembre de 2009

Pencas rellenas de salmón

¡Salmón! Buahhh... cuanto tiempo hacía que no preparaban una cosa tan rica como esta. Aunque no lo hacen a menudo, debo reconocer que eso que llaman “Pencas rellenas de salmón” están de puro vicio, sino, vedlo vosotros mismos.


Para empezar prepararon los siguientes ingredientes:


5 o 6 hojas de acelga con el troncho bien gordote
½ cuña de queso semi curado
200 gr. de salmón ahumado. 
1 huevo  
½ cebolla  
1 diente de ajo  
1 Vaso de vino blanco
Harina
Aceite
Perejil y Sal 


¿Os he dicho ya que están de vicio? ¿Si? Pues lo están...

Lo que hicieron primero fue limpiar las pencas de acelga, quitándoles la hoja, y limpiando el tallo de hilos con un cuchillo. Acto seguido, cortaron los troncos a un tamaño de 6/7 centímetros, y los pusieron a hervir en una cazuela con agua y sal.


Mientras, limpiaron y cortaron bien las hojas de acelga, y las pusieron a hervir en otra cazuela.


Dejaron hervir ambas cazuelas unos 15 minutos.


Pasados los 15 minutos, escurrieron las pencas de acelga reservando el agua de hervir las hojas en un bol para utilizarlas más adelante.


Con las pencas de acelga cortadas, hicieron unos pequeños y sabrosos bocadillos en forma de: penca, cacho de salmón, cacho de queso, penca. Los enharinaron y pasaron por huevo batido, para acto seguido rebozarlos en una sartén con aceite caliente.


Una vez rebozadas, pusieron las pencas en papel secante para que se absorbiera el sobrante de aceite, y pasaron a preparar la salsa de acompañamiento.


Para la salsa, en una cazuela con agua, pusieron a hervir el huevo.


Picaron el ajo y la cebolla finamente, y los pusieron a pochar a fuego lento en una sartén. Al cambiar el color, le añadieron una cucharada de harina y removieron para ligar bien. Seguidamente añadieron el vaso de vino y el agua de la cocción de las hojas de acelga, lo llevaron a ebullición mientras removían para conseguir una salsa clara y sin grumos. Una vez conseguida la salsa, añadieron las pencas rebozadas y lo dejaron a fuego lento unos 5 minutos.


Finalmente, picaron fino el huevo hervido, y lo añadieron al plato a modo de decoración.

El plato una vez montado quedo tal que así:
Pencas rellenas de salmón - Receta
Una ración de "Pencas rellenas de salmón"


Animaros, estas "Pencas rellenas de salmón" es una receta fácil y sabrosísima para lamerse los bigotes ... ¡¡¡miauuu!!

¡Buen provecho!